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Hellè Nice. |
Por: Juan Luis Molano Galeano.
Para muchos el automovilismo es un deporte de hombres. Sin embargo, a lo largo de la historia la participación femenina ha estado presente, y actualmente son muchas las mujeres que corren autos de carreras, en infinidad de categorías. En los años de los grandes premios, en medio de una sociedad machista y del glamur de la época. Había una mujer que era capaz de medirse con los grandes nombres de la época, convirtiéndose en el referente femenino del automovilismo mundial de entonces. Su nombre era: Hellé Nice.
Marriette Hélléne Delangle, ese era el verdadero nombre de esta mujer. Nacida un 15 de Diciembre de 1900, en Anay sous Aneau Francia. Y falleció un primero de octubre en Niza. Esta dama de las carreras, creció en un pequeño pueblo a distancia relativamente cercana de la ciudad luz, parís. El sofisticado parís de aquellos años, lleno de glamur, fue el hogar de esta dama cuando apenas tenía 16 años y dejaba a su familia y a su pueblo. Hellé Nice disfrutando de su eterna juventud, comenzaba hacerse un nombre como una reputada bailarina y modelo en Francia. Esta joven mujer se hacía conocer como Heléne Nice, en un principio. Pero con el tiempo comenzó a ser conocida como Hellé Nice. Por aquellos tiempos Hellé Nice y sus espectáculos gozaban de gran fama, al punto de ser reconocida en Europa por ello. Esta bella y joven mujer, que a la edad de 25 años ya tenía la suficiente solvencia económica, como para tener su yate propio. Esta artista solía estar relacionada con hombres importantes y adinerados. Uno de esos hombres era: Jean Bugatti. El hijo mayor de Ettore Bugatti. Por ese entonces Francia con su pujante industria automotriz, ya contaba con una gran cantidad de carreras y eventos automovilísticos organizados. Hellé siendo una gran celebridad, y una mujer que destacaba por su gusto por el deporte y su gran belleza. Decidió probar las competiciones automovilísticas, cuando por causalidad se organizaba un evento entre artistas. La sensación que esto despertó en esta joven francesa fue indescriptible, y tal vez incomprensible en ese momento. Hellé Nice había quedado encantada por la magia que solo los autos y las carreras pueden generar en un ser humano. Hellé Nice era a su vez una destacada esquiadora, pero seria este deporte el causante de un acontecimiento que cambio su vida hacia el automovilismo. En 1928 mientras esquiaba Hellé Nice sufría un accidente que lesiono su rodilla, esta lesión le impedía seguir siendo bailarina. Una noticia realmente triste para la francesa, que había hecho su nombre y fortuna en los escenarios. En esos momentos Helllé Nice comenzó a plantearse la idea de dedicarse al Automovilismo deportivo por completo.
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Hellè Nice, Abordo de su Bugatti Tipo 35. |
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Helle Nice, en el GP de Marsella de 1933. |
En 1929 Hellé decidió dedicarse de lleno a las carreras de Autos. Aunque la primera mujer en hacerlo fue; la madame Camille Dugast en 1901. Desde entonces muchas mujeres habían tratado de hacerse un espacio en las competiciones automovilísticas, una de esas mujeres era Charlotte Versigny. Esta francesa había competido en el GP de La Baule en 1927, y solía correr en rallys de la época. Helle Nice debutaba en un GP exclusivo para mujeres en el legendario Monthlery, pero su debut no pudo haber sido más espectacular. Hellé venció a todas sus rivales a bordo de su Omega Six marcando un nuevo record de velocidad para mujeres. A raíz de esta victoria, el futuro para esta ex bailarina parecía bastante prometedor en el automovilismo deportivo. Helllé decido ir a correr en los estados unidos corriendo con Miller. De aquel viaje Hellé recaudo bastantes experiencias. Al volver Hellé conoció al barón Rotschild, uno de sus más conocidos pretendientes y con quien compartía la pasión que ambos sentían por el deporte motor. El Barón quien era un adinerado y habitual piloto, que solía usar las competitivas creaciones del gran Ettore Bugatti. Gracias a esta relación Hellé conoció a Ettore Bugatti, quien sabia de las aptitudes de la francesa al volante, y de su deseo de competir contra los hombres. Para 1931 esta mujer competía contra los grandes exponentes de aquel entonces, pilotos de gran nivel y experiencia que eran todo, menos fáciles de vencer. Hellé corrió su Bugatti en los cinco más importantes Grandes Premios de Francia; contrario a lo que se podría pensar Hellé se enfrentaba a los pilotos del sexo opuesto sin ningún miedo, y con total ansia de derrotarlos. Aunque nunca lograría una victoria en algún GP, siempre era una corredora a tener en cuenta en cualquier Gran Premio.
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El gran Ettore Bugatti y Hellé Nice. |
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una fotografía tomada luego del horrible accidente de Monza 1933. |
Hellé Nice por ese entonces era la atracción de las pistas, al ser la única mujer en ese momento compitiendo en los Grandes premios. Esta francesa se convertía en la atracción, y en el motivo de inspiración de muchas mujeres. Que veían como esta joven mujer se enfrentaba sin ningún temor, o reparo a los mejores del mundo de aquellos tiempos históricos del automovilismo. Era tal el impacto publicitario que Hellé Nice publicito muchos productos como piloto. Como era costumbre en aquellas épocas, los pilotos de entonces participaban en un sin fin de competencias de distintas disciplinas del automovilismo deportivo, algo que hoy día es bastante anormal de ver. Hellé Nice solía correr desde Grandes Premios, hasta las siempre espectaculares subidas de montaña. Hellé Nice fue una testigo directa del terrible accidente del gran Giussepe Campari, en la que se suponía seria la carrera de retiro para este exitoso piloto italiano, seria la carrera en la que él gran piloto perdería la vida. Cuando en el legendario Monza en el GP de Italia de 1933, derrapo por culpa de una fuga de aceite de su Maseratti. Chocando a su compañero de equipo Mario Humberto Borzanchin,éi no pudo evitar a su coequipero y choco contra Campari, pero detrás de Borzachini venia el conde Stainlas de Czaikoski de Polonia, quien choco contra ellos perdió la vida junto a campari y Bozarchini. un 10 de Septiembre negro para el automovilismo deportivo. Este tipo de accidentes no era algo anormal en aquellas épocas, donde la muerte competía con los pilotos en los circuitos. Hellé Nice era consciente de ello y sabia lo que podida suceder en las carreras, algo que ella había experimentado en un fuerte accidente en su gira por los estados unidos que la obligo a regresar. Sin embargo, este no se compararía con el fuerte accidente que protagonizo en Brasil. Hellé Nice como toda una corredora profesional de aquellos tiempos, decidió viajar al otro lado del atlántico para participar en un par de carreras.
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Hellé Nice Fumando un cigarrillo, en el GP de Rio de Janeiro. una de las pruebas a las que fue a participar la francesa en Brasil. |
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El accidente de Hellè Nice en el GP de Sao Paulo de 1936. |
Pero esta mujer, no sabía que se enfrentaría al accidente más terrible de su carrera deportiva. Accidente que la alejo de las pistas varios meses y que le afecto bastante mentalmente. El GP de Sao paulo de 1936 seria el lugar donde tan terrible hecho acontecería. Hellé Nice iba segunda tratando de cazar a Manuel Teiffé el campeón brasileño y uno de los estandartes de Brasil en ese entonces. Pero cuando llevaba a su Alfa a unos 160 Km/h Hellé Nice repentinamente perdió el control de su Alfa y da un vuelco hacia la tribuna. Aquella tribuna estaba atestada de gente que había ido a ver a estos intrépidos pilotos llevar sus machinas al límite, y así como era común la muerte de pilotos en aquel entonces, también lo era la de los espectadores. El accidente termino con la vida de cuatro espectadores y casi con la de la piloto francesa, que salió disparada del asiento de su alfa cuando Hellé Nice se aproximaba al suelo un soldado milagrosamente se atravesó en su camino. Aquel hombre absorbió la fuerza del impacto y salvo la vida de la francesa, pero a cambio perdería trágicamente la suya. Aunque ella misma pensaba que había muerto en el accidente, tras quedar inconsciente. Fue llevada al hospital, allí permaneció dos meses recuperándose de tan fuerte accidente en el que casi muere. Pero más allá de las lesiones y secuelas físicas que pudieran quedar luego del accidente, fue el trauma del accidente el que fue imposible de borrar de la mente de esta particular mujer. Para 1937 Hellé Nice intenta volver a las competiciones en Europa, con la intención de participar en la legendaria Mille Migllia, y en el prestigioso Gran Premio de Tripoli. Pero Hellé Nice no pudo conseguir el apoyo para participar en estas competencias, que ofrecían unos importantes premios En efectivo.
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el Alfa destrozado de Hellé Nice en Sao Paulo. |
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una ilustración de a Hellé Nice y su equipo en las pruebas de la Yacco. |
Sin poder participar en estas dos prestigiosas carreras, Hellé Nice vio una posibilidad en las pruebas de resistencia de Yacco. En donde al volante con otras cuatro pilotos durante diez días y sus noches, logro un record de resistencia sin igual hasta nuestros días. Hellé Nice seguiría corriendo en Rallys, pero en 1939 la muerte de Jean Bugatti afectaría profundamente a la francesa, un mes después las competencias se detuvieron debido la guerra. Hellé traslada en 1943 a una casa en la rivera francesa refugiándose de la guerra. 1949 seria el año que marcaría el infortunio en la vida de esta mujer, que se disponía a rehacer su carrea como piloto en la primera edición del rally de Montecarlo luego de la Guerra. En aquel rally estaba una de las leyendas de los Grandes premios Louis Chiron. Uno de los estandartes de Francia en las competiciones automovilísticas . Mientras se celebraba un reunión por el regreso de la mítica y prestigiosa prueba, el prestigioso piloto francés pidió la atención del público y se dirigió a ellos para decir las palabras que destruirían a la piloto francesa. Louis Chiron acusaba públicamente a la francesa, de ser una agente de la temida Gestapo durante la guerra. Esa acusación fue suficiente para que la vida de Hellé Nice diera un triste giro. Sus patrocinadores, sus supuestos amigos, y toda aquella gente en la que ella confiaba le dio la espalda y la abandono a su suerte. En un instante su prestigio, su fortuna y su vida se fueron al traste, y se encontró sola y lejos del mundo de glamur y éxito que la rodeaba y al que estaba acostumbrada. Ahora Hellé Nice se enfrentaba a la miseria y al olvido, debiendo vivir de la caridad de una institución para artistas que al igual que ella cayeron en desgracia.
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Portada del libro de Myranda Seymour; " The Queen of Bugatti" |
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La escritora Myranda Seymour. |
La famosa Hellé Nice que el mundo conoció en aquellos tiempos de éxito y gloria, murió y renació en una mujer humilde que cambio su nombre y se acostumbraba a una vida de pobreza y de olvido. Un primero de octubre de 1984 y a sus 83 años Hellé Nice muere en un maltrecho departamento en Niza. Hellé Nice murió en el olvido, luego de haber tenido una vida de digno reconocimiento. Pero gracias a la biógrafa y novelista británica, Myranda Seymour. Gracias a ella Hellé volvió del olvido. En 2001 la escritora británica comenzó una larga y exhaustiva investigación, sobre esta peculiar y extraordinaria mujer publicando en producto de su investigación en 2004. Su libro “The Queen of Buagatti” no solo fue un éxito en ventas, sino gracias a ella esta piloto volvió a ser siquiera mencionada y pudo recuperar el lugar en la historia que aquel piloto francés le arrebato con palabras que nunca pudo probar. Myranda Seymour jamás encontró algo que ligara a la piloto francesa con la tan temida Gestapo. En 2010 y gracias a Myranda Seymour y a diversas personalidades del deporte motor francés se creó una joven fundación en la memoria de esta piloto francesa. En fin, podríamos definir a Hellé Nice como toda una heroína del volante, que corrió más de cien carreras y que sabía como vivir al máximo. Desafortunadamente unas palabras sin fundamento destruyeron la carrera de una de las mejores pilotos que el deporte motor haya visto.
Fotos: Google.
Buena entrada, Juan Luis.
ResponderEliminarGracias, siempre es interesante escribir sobre estas epocas del deporte motor.
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